Milenario del monasterio de Montserrat
El próximo año 2025 conmemoraremos el milenario de la fundación del monasterio de Montserrat por parte de Oliba, abad de Ripoll y de Cuixà y obispo de Vic. La historia nos dices que ja hacia el año 880 en la montaña de Montserrat había una pequeña ermita dedicada a la Virgen. No fue hasta unas décadas más tarde, en el 1025, cuando un grupo de monjes de Ripoll, enviados por su abad, construyeron un cenobio benedictino al lado de dicha ermita. Nacía así el monasterio de Montserrat, que ha estado siempre marcado por esta doble vertiente: monasterio benedictino y santuario mariano. Es decir, un lugar de oración, de vida evangélica, de peregrinación y de esperanza.
Que el fundador fuera el abad y obispo Oliba, uno de los promotores más importantes de la paz que hubo durante la Edad Media, ha marcado profundamente al monasterio de Montserrat a lo largo de su historia. Durante mil años, Montserrat ha querido ser un lugar de acogida y de encuentro, un lugar de escucha, de comprensión y de paz. Así, la huella de su fundador potenciaba el carisma que los monjes benedictinos han intentado vivir desde el principio de la Edad Media, en el siglo VI. No en vano, uno de sus principales lemas ha sido siempre: Pax!. Un lema sencillo pero profundo.
La vida monástica benedictina fue resumida de manera elocuente el 24 de octubre de 1964 por el Papa San Pablo VI en la carta apostólica Pacis nuntius, en la que proclamó a San Benito como patrón de Europa. Decía en este texto que San Benito y sus hijos aportaron progreso cristiano "con la cruz, con el libro y con el arado". La cruz, el libro y el arado. Tres símbolos que a lo largo de mil años también se han ido forjando en el monasterio de Montserrat, no para quedar cerrados dentro de las paredes del cenobio, sinó para ser compartido con toda la sociedad.
Efectivamente, a lo largo de centenares de generaciones de monjes, el monasterio de Montserrat ha trabajado con la cruz, signo de fe y de espiritualidad, con el libro, signo de cultura y pensamiento; y con el arado, signo de construcción social y de progreso. Y lo ha hecho con la voluntad de estar arraigado en la tierra que le ha visto nacer pero que a la vez, lo ha abierto al mundo. Arraigados a la tierra y abiertos al mundo, testimonios de fe y acogedores de todos, agradecidos por el pasado y andando hacia el futuro. Este es el espíritu con que el monasterio de Montserrat se dispone a celebrar su primer milenio de existencia.
Mil años caminando conjuntamente (enlace al mensaje del P. Abad Manel Gasch Hurios).
Dispuestos a vivir un momento histórico (enlace al mensaje del P. Bernat Juliol Galí, Comisario del milenario 2025).