Joaquim Chancho muestra en Montserrat un repaso de 40 años de obra gráfica
La muestra, que se presenta bajo el título Estampas, está formada por unas cuarenta obras realizadas con diferentes técnicas -algunas de ellas elaboradas en colaboración con artistas y diferentes talleres de artes gráficas de Barcelona-. El común denominador de los trabajos expuestos en Montserrat es "la observación de la pintura como lenguaje para indagar procesos que permiten enfatizar hechos esenciales que se convierten en ámbito y soporte bidimensional de transcripción y de huella", como afirma la comisaria de la muestra, Antonia Vilà.
La obra de Joaquim Chancho está fuertemente motivada por un pensamiento gráfico orientado a acotar y sentir el espacio como lugar de inscripción. Chancho ha manifestado siempre una predilección por el papel como soporte formidable, un material que también le ha servido como instrumento de experimentación. Para él, "el papel es el lugar sobre el cual examina la abstracción del espacio y el signo, elementos que se interrelacionan en su obra en una introspección radical, que busca la unidad profunda del ser", asegura Antonia Vilà. El vacío de la lámina en blanco desencadena en Chancho un reto intenso y laborioso alrededor de la idea de proceso, de trayecto, y por eso el artista, por medio de la enumeración de series, privilegia el recorrido de la gravación de un estar en proceso, que para él tiene más importancia que el final o meta.
Las obras que se pueden ver en Montserrat muestran una biología gráfica personal del dibujo y la pintura, que se afilian al muro en funció del concepto, la composición, la dicción y la geometría. "Buscan versificar las diferentes percepciones de rastros que discurren de las estructuras y series lineales a las de los patrones-mancha, todos ellos siempre relacionados a los valores de las técnicas empleadas", asegura la comisaria Vilà. Esta muestra manifiesta aún, otra faceta de la fecundidad y plenitud de la obra de Joaquim Chancho: la que toma sentido a partir del uso del signo, el grafismo y el color.
En la exposición se encabeza la lectura de las estampas con algunas proposiciones de Richard S. Field, ya que abren una dialéctica alrededor del lenguaje y de la obra impresa. Por otro lado, son un relato muy significativo de las interrogaciones y dinámicas que generaron las prácticas procesuales de los años setenta, afines a lo que aquí nos ocupa. Estas proposiciones de Field fueron escritas para repensar el arte impreso en el contexto de la gráfica americana. Siguiendo el ejemplo de los juegos lingüísticos de las Sentencias sobre el Arte conceptual de Sol Lewitt (1969), Field reflexiona sobre el arte impreso y juega, sin privilegiar la idea por encima de la ejecución, a analizar y equiparar las actitudes contradictorias que se tienen hacia las estampas.
Cabe recordar que Joaquim Chancho protagonizó la primera muestra temporal del nuevo MDM (Joaquim Chancho, un clásico contemporáneo), renovado ahce diez años, y que marcó el inicio de la apuesta continuada por el arte contemporáneo del museo montserratino. El artista de Riudoms, pues, se convierte en el primer en "repetir" en Montserrat.