Homenaje a Jassans en el Museo de Montserrat
El Museo de Montserrat abre la temporada de otoño con una exposición antológica dedicada al escultor Josep Salvadó Jassans (Alforja, 1938 - 2006), del cual se conmemora este año el décimo aniversario de su muerte. La muestra, que es también un homenaje a la persona y al artista, es fruto del trabajo de los historiadores Jorge Egea y Adrián Arnau, que actual como comisarios, con el apoyo de la familia Jassans, que ha prestado buena parte de las obra que se mostrarán al público. Estará formada por cerca de 50 piezas, que ilustran los principales argumentos de la creación de Jassans y lleva por título La Grecia Imaginada.
La muestra recoge una antología de la obra del escultor, que la analiza desde una perspectiva que quiere resaltar el pensamiento y la filosofía creadora del artista. Presenta al público aspectos complementarios de su obra, como son sus dibujos, sus pinturas y sus proyectos no realizados. También aparecen otros aspectos del proceso de realización de la escultura, tanto de carácter técnico como conceptual, ambos inherentes al buen saber del oficio del escultor, formado según la mejor de las tradiciones figurativas de nuestro país.
La muestra recoge una antología de la obra del escultor, que la analiza desde una perspectiva que quiere resaltar el pensamiento y la filosofía creadora del artista. Presenta al público aspectos complementarios de su obra, como son sus dibujos, sus pinturas y sus proyectos no realizados. También aparecen otros aspectos del proceso de realización de la escultura, tanto de carácter técnico como conceptual, ambos inherentes al buen saber del oficio del escultor, formado según la mejor de las tradiciones figurativas de nuestro país.
En las obras y en las palabras de Jassans, la referencia a Grecia ha sido siempre constante. Grecia, como modelo e ideal de perfección; Grecia, como deseo; Grecia, como sueño… Los antiguos griegos y el equilibrio entre la ciencia y la naturaleza, la intuición y la razón, la emoción y la contención… Aun así, las circunstancias hicieron que Jassans no viajara nunca a este país, y su contacto real con las culturas griegas tuvo lugar únicamente mediante los viajes a tierras italianas de la Magna Grecia o visitando museos de otros países de Europa.
A diferencia de otros artistas, a lo largo de la historia para los cuales el viaje a Grecia supuso un hito en sus vidas, la Grecia de Jassans fue algo inalcanzable, aquello que se desea pero que, por uno u otro motivo, deviene inaccesible. No pudo ser, por tanto, una Grecia real, sino una Grecia imaginada.
A la manera de los antiguos griegos, la obra de Jassans es el fruto de un trabajo de alto nivel en la representación de la figura humana, como resultado principalmente de una reflexión estética y filosófica, de una idea de entender y de transmitir el legado de la Antigüedad, una devoción por Grecia, una Grecia soñada, vivida e interiorizada, un concepto sintetizado por “mediterraneidad”, expresión tan presente en la formación de la nueva figuración catalana de la segunda mitad del siglo XX.
Discípulo de Rebull, Jassans fue un artista reconocido, y seguramente el escultor de toda esta generación que creó una obra más juiciosa, coherente y honesta con los principios de persistencia del espíritu clásico. En pocas ocasiones hallamos escritos sus pensamientos. Como profesor y catedrático de la Universidad de Barcelona supo transmitir a varias generaciones su saber escultórico y sus ideas estéticas.
Después de Montserrat, la exposición se podrá ver en el Museu Europeu d’Art Modern, institución que ha colaborado en la muestra, como también lo han hecho el Museu Deu del Vendrell, el Ayuntamiento de Alforja y la Diputación de Tarragona.